EL CELULAR

 

Pati Estadio

Un día me dijo:
Madre, tu tenés que tener un celular. Y yo que era medio reacia a utilizarlo le contesté: ” pero para qué lo quiero? yo no lo necesito”. En ese momento ni me imaginaba que ese teléfono iba a ser un contacto casi permanente entre nosotras dos. Me llamaba varias veces al día, mandaba muchos mensajes, y yo a veces me enojaba……y le decía: Paty esperá a que vuelva a casa y hablamos. Despacito y con su ayuda me fui acostumbrando a llevarlo conmigo.
Cuando yo salía a algún lado tenía que avisarle cuando llegaba y cuando salía de regreso para casa. Ella siempre estaba pendiente de mí. Una noche me estaba acostando y desde su cuarto me mandó un mensaje que decía “Buenas noches mamá”.
Ahora que Paty se marchó ya casi no suena mi celular, la casa está en silencio, la radio de su cuarto está apagada al igual que su TV. Va a ser muy difícil acostumbrarme a estar sin ella.

Un pensamiento en “EL CELULAR

  1. Anton Martin Pütz

    Hola Virginia,
    yo también estoy extrañando sus mensajes por Whatsapp, SMS, mensajes por Facebook o llamadas por Skype. Y coincido de que sí, va a ser muy difícil acostumbrarse a estar sin ella.

    Sabés, a vos te retaba con el celular, a mi con twitter. Siempre me decía que no escribía nada :) tampoco tenía mucho para decir a la verdad, igual un poco me “obligó” a amigarme a él.

    Responder

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>